lunes, 29 de julio de 2024

La Presencia de Cristo en Nuestras Oraciones

 


   Dios te Bendiga, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, quien está sentado a la derecha del Padre, en el cielo, mirando hacia la tierra, dándonos sus bendiciones, su guía y amor, diciéndonos que no temamos porque Él está con nosotros dondequiera que vamos,  y nos dice que Él sabe todos los planes que tiene para cada uno de nosotros, y son planes para prosperarnos y no para causarnos daños; planes para darnos esperanza y un futuro. También nos dijo: Les dejo un hermoso regalo: Paz en la mente y en el corazón; una paz que el mundo no les puede dar, por lo tanto, no teman ni se turbe vuestro corazón. Confía en mí con todo tu corazón y no te bases en tu propio entendimiento; búscame en todo lo que hagas y yo te enseñaré el mejor camino que debes tomar, pues, yo soy el camino, la verdad y la vida. Si ustedes se mantienen fieles a mis palabras y enseñanzas,  realmente serán mis discípulos y conocerán la verdad, y la verdad os hará libres.


Como no vamos a amar a Dios nuestro creador,  a nuestro Señor Jesucristo; como no desear que sea nuestro maestro, Señor y Salvador. Son promesas reales; es su palabra donde nos muestra su gran amor, y nos dice su profundo deseo de que disfrutemos de todo lo mejor que el Padre celestial tiene preparado para cada uno de nosotros.

  Él desea que tengamos fe en su Palabra, que creamos que somos parte de la gran familia de Dios; nos infunde valor para salir de este estado de incredulidad, timidez y miedo en que estamos sumergido en la sociedad actual; nos recuerda que esta etapa en la tierra es transitoria, y si creemos en Él y lo aceptamos como nuestro Señor y Salvador, nos recompensará con  vivir por la eternidad en  el cielo, su reino, formando todos la gran familia de Dios, con Jesús como el gran Rey.