El “Padre Nuestro” es la oración más popular y recitada del planeta.
Esta fue dada a conocer por Jesús de Nazaret (Yeshua) según los Evangelios de
Lucas y Mateo. Dice la historia, que esta se encuentra escrita en Arameo en una
piedra blanca de mármol en el Monte de los Olivos (Jerusalén / Palestina).
El Arameo pertenece a la familia de
las lenguas semíticas, que a su vez forman parte de la macrofamilia
afroasiática, como el árabe, y al grupo de lenguas semíticas noroccidentales
que incluye a las lenguas cananeas, como el hebreo.
La diferencia de la traducción según
la Iglesia (que encontramos en la biblia) y la que les presento a continuación
es ENORME. La forma tradicional que conocemos de dicha oración suena hasta
cierto punto insípida al escuchar toda la belleza que envuelven las palabras
originales que invocaba Jesús y descubrir toda la riqueza perdida en el
contenido.
Debemos tomar en cuenta muchos
factores por los cuales existen dichas diferencias. El más importante es la
traducción y/o transliteración de un idioma a otro que no es fácil. Hay que ser
muy objetivo para no cambiar el sentido de las palabras según nuestras
creencias. Además no olvidemos que todos solemos tener interpretaciones
distintas al leer un texto y más si este tiene un trasfondo filosófico, poético
y divino, como el de la oración de la que estamos hablando. Este tipo de textos
están SIEMPRE sujetos a ser interpretados de muchas maneras según el oído o la
persona que lo lee.
La traducción real resulta un poema
perfecto donde se hace mención de toda la magnificencia de la creación. Con
esto, no intento restarle importancia o contradecir la versión que conocemos,
ya que debemos recordar que para comunicarnos con el Padre, cualquier petición
o pensamiento sincero nos llena y rodea inmediatamente de su presencia.
Jesús dijo a sus discípulos que la
única manera de llegar al Padre es a través de su hijo, es decir, a través del
espíritu o la divinidad. Y todos nosotros, como hijos de Dios, llevamos dentro
la chispa divina. Nuestro cuerpo es el templo de su espíritu.
Como dice un versículo según el
evangelio apócrifo de Tomas: “El reino de Dios está dentro de ti y a tu
alrededor, no en edificios de madera y piedra. Corta un trozo de madera y ahí
estaré. Levanta una piedra y me encontrarás”
Traducción del Arameo al Español:
Padre-Madre, Respiración de la Vida
¡Fuente del sonido, Acción sin palabras, Creador del Cosmos!
Haz brillar tu luz dentro de
nosotros, entre nosotros y fuera de nosotros, para que podamos hacerla útil.
Ayúdanos a seguir nuestro camino
respirando tan sólo el sentimiento que emana de Ti.
Nuestro Yo, en el mismo paso, pueda
estar con el Tuyo, para que caminemos como Reyes y Reinas con todas las otras
criaturas.
Que tu deseo y el nuestro, sean uno
sólo, en toda la Luz, así como en todas las formas, en toda existencia
individual, así como en todas las comunidades.
Haznos sentir el alma de la Tierra
dentro de nosotros, pues, de esta forma, sentiremos la Sabiduría que existe en
todo.
No permitas que la superficialidad y
la apariencia de las cosas del mundo nos engañen, y nos libere de todo aquello
que impide nuestro crecimiento.
No nos dejes caer en el olvido de que
Tú eres el Poder y la Gloria del mundo, la Canción que se renueva de tiempo en
tiempo y que todo lo embellece.
Que Tu amor esté sólo donde crecen
nuestras acciones. ¡Qué así sea!
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