miércoles, 29 de junio de 2022

TODO SE TRATA DE DIOS

 


“Pues todas las cosas provienen de él y existen por su poder y son para su gloria. ¡A él sea toda la gloria por siempre! Amén”. Romanos 11:36 (NTV)

No se trata de ti.


Se trata de Dios.


Esos dos van juntos. La razón por la que no se trata de ti es porque se trata de Dios.


Cuando comprendas esto, la vida tendrá sentido. Cuando comprendas esto, me vas a entender. El objetivo de mi vida no es el placer, las posesiones, el prestigio, la política, el poder o la popularidad. No es nada que el mundo valore. La meta de mi vida es la gloria de Dios.


Romanos 11:36 dice: “Pues todas las cosas provienen de él y existen por su poder y son para su gloria. ¡A él sea toda la gloria por siempre! Amén” (NTV). Todo en el planeta y en el universo fue creado para la gloria de Dios.


¿Cuál es la implicación de eso?


Si todo se trata de Dios y no se trata solo de ti, o de ganar dinero o ser popular o cualquiera de esas otras cosas que el mundo cree que son importantes, entonces la implicación es que amar a Dios es tu prioridad. Jesús lo dijo así: “ ‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’. Este es el primer mandamiento y el más importante” Mateo 22: 37-38 (NTV).

¡Nada supera esta verdad, amigos! Si te pierdes esto, has desperdiciado tu vida. Lo más importante en la vida es amar y conocer al Dios que te creó.


¿Cómo haces eso? Empieza por leer Su Palabra, la Biblia. No siempre es fácil tomarse un tiempo para el estudio de la Biblia, pero cuando lo hagas, aprenderás más acerca de Dios y descubrirás que tu amor por Él se profundiza. Y, a medida que empieces a comprender que tu vida se trata de Dios, no de ti, encontrarás más gozo en la búsqueda de Él.


Reflexiona sobre esto:


¿Cuál es el objetivo de tu vida?

¿Cómo intenta nuestra cultura convencerte de que la vida se trata de ti?

¿De qué maneras puedes practicar amar a Dios con todo tu corazón, alma y mente?

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Autor Rick Warren.

“Pues todas las cosas provienen de él y existen por su poder y son para su gloria. ¡A él sea toda la gloria por siempre! Amén”. Romanos 11:36 (NTV)

No se trata de ti.


Se trata de Dios.


Esos dos van juntos. La razón por la que no se trata de ti es porque se trata de Dios.


Cuando comprendas esto, la vida tendrá sentido. Cuando comprendas esto, me vas a entender. El objetivo de mi vida no es el placer, las posesiones, el prestigio, la política, el poder o la popularidad. No es nada que el mundo valore. La meta de mi vida es la gloria de Dios.


Romanos 11:36 dice: “Pues todas las cosas provienen de él y existen por su poder y son para su gloria. ¡A él sea toda la gloria por siempre! Amén” (NTV). Todo en el planeta y en el universo fue creado para la gloria de Dios.


¿Cuál es la implicación de eso?


Si todo se trata de Dios y no se trata solo de ti, o de ganar dinero o ser popular o cualquiera de esas otras cosas que el mundo cree que son importantes, entonces la implicación es que amar a Dios es tu prioridad. Jesús lo dijo así: “ ‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’. Este es el primer mandamiento y el más importante” Mateo 22: 37-38 (NTV).

¡Nada supera esta verdad, amigos! Si te pierdes esto, has desperdiciado tu vida. Lo más importante en la vida es amar y conocer al Dios que te creó.


¿Cómo haces eso? Empieza por leer Su Palabra, la Biblia. No siempre es fácil tomarse un tiempo para el estudio de la Biblia, pero cuando lo hagas, aprenderás más acerca de Dios y descubrirás que tu amor por Él se profundiza. Y, a medida que empieces a comprender que tu vida se trata de Dios, no de ti, encontrarás más gozo en la búsqueda de Él.


Reflexiona sobre esto:


¿Cuál es el objetivo de tu vida?

¿Cómo intenta nuestra cultura convencerte de que la vida se trata de ti?

¿De qué maneras puedes practicar amar a Dios con todo tu corazón, alma y mente?

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Autor Rick Warren.

domingo, 26 de junio de 2022

LA FE ES AGRADECER A DIOS DE ANTEMANO

 


“Les digo, ustedes pueden orar por cualquier cosa y si creen que la han recibido, será suya”. Marcos 11:24 (NTV)

La fe no es solo creer que Dios puede hacer algo. Fe no es solo esperar que Él haga algo. La fe es agradecer a Dios de antemano.


Jesús dijo: “Les digo, ustedes pueden orar por cualquier cosa y si creen que la han recibido, será suya” Marcos 11:24 (NTV).


Dices: “¡Espera un minuto! ¿Tengo que agradecer a Dios de antemano para obtenerlo?” Sí. Si le das gracias a Dios después de haberlo recibido, eso es gratitud. Cuando le agradeces de antemano, eso es fe.


La gratitud es buena y justa. Pero tu objetivo debe ser convertirte en una persona de fe más profunda. Para hacer eso, debes agradecer a Dios de antemano.


Si te doy un cheque ahora mismo de mil dólares, ¿esperarías agradecerme hasta que lo cobres? ¡No! Me lo agradecerías ahora mismo. Pero el dinero no será tuyo hasta que lo cambies, porque ese cheque es realmente una promesa. Cuando te di ese cheque, dirías: “Gracias, Rick”. Creerías que soy confiable y que tengo el dinero en el banco para cubrir ese cheque de mil dólares.


De la misma manera, la fe es dar gracias a Dios de antemano. Es creer que lo que Dios ha prometido, lo proporcionará. Es decir que amas a Dios por quién es y no solo por lo que puede hacer por ti. Muestra que confías en Él para hacer lo que dijo que haría.

Un día, dos ciegos siguieron a Jesús hasta la casa donde se hospedaba. Le gritaron que tuviera misericordia de ellos, y Jesús les preguntó si tenían fe en que Él podría sanarlos. Ellos respondieron que creían, y Jesús dijo: “Debido a su fe, así se hará” Mateo 9:29 (NTV).


Lo que estoy diciendo es esto: si Dios te dice que vayas a pescar en un bote de remos, lleva la salsa tártara contigo. ¡Vas a comer pescado frito esta noche!


Reflexiona sobre esto:


Piensa en algunas de las frases comunes que usas en oración. ¿Reflejan la fe en Dios?

¿Cómo cambiarías tu perspectiva y actitud si realmente creyeras que Dios te va a proporcionar todo lo que pides?

¿Cómo cambiarían tus oraciones si realmente estuvieras orando con fe? Tómate un tiempo para orar ahora, usando un lenguaje que comunique tu fe.

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Autor Rick Warren.

martes, 21 de junio de 2022

SIEMBRA GENEROSAMENTE PARA COSECHAR GENEROSAMENTE

 


“Recuerden lo siguiente: un agricultor que siembra solo unas cuantas semillas obtendrá una cosecha pequeña. Pero el que siembra abundantemente obtendrá una cosecha abundante. Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar; y no den de mala gana ni bajo presión, «porque Dios ama a la persona que da con alegría». Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten. Entonces siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra para compartir con otros”. 2 Corintios 9:6-8 (NTV) 

Cuando se trata de dar, hay dos principios que debes recordar, y se basan en 2 Corintios 9:6-8: “Recuerden lo siguiente: un agricultor que siembra solo unas cuantas semillas obtendrá una cosecha pequeña. Pero el que siembra abundantemente obtendrá una cosecha abundante. Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar; y no den de mala gana ni bajo presión, «porque Dios ama a la persona que da con alegría». Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten. Entonces siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra para compartir con otros” (NTV).


El primero es el principio de la cosecha: lo que siembras, lo cosecharás, para bien o para mal. En otras palabras, cosecharás todo lo que plantes. Eso es cierto sobre el dinero, pero también es cierto sobre todo lo demás.

Si siembras críticas, la gente te criticará. Si siembras chismes, ¿adivina qué? Otros chismearán sobre ti. Si siembras resentimiento, la gente se resentirá contigo.


¿Qué es lo que más necesitas? Sea lo que sea, debes dar para obtener más a cambio. ¿Necesitas más energía? Entonces tienes que gastar energía a través del ejercicio. ¿Necesitas más afirmación en tu vida? Afirma a otras personas.


Si tomas un grano de maíz y lo plantas en el suelo, ¿recuperas un grano? ¡No! De hecho, he plantado maíz en mi jardín antes. Cuando plantas un grano en el suelo, no recuperas un grano. Obtienes un tallo con un montón de mazorcas y miles de granos. Cuando plantas una semilla (pepa o hueso) de aguacate, crece un árbol. ¿Te devuelven un aguacate? No. Te devuelven cientos. Siempre obtienes más de lo que inviertes.

El segundo principio es que siempre hay un retraso entre la siembra y la cosecha. Cuando plantas una semilla en el suelo, no obtienes una mazorca de maíz al día siguiente. Siembras en una temporada y cosechas en otra.


Lo mismo ocurre con el dar. Le das a otras personas. Le das a Dios. Das tu vida, pero no cosechas los resultados al día siguiente. Hay un tiempo de espera antes de que Dios te dé la cosecha. ¿Por qué? Porque Dios está probando tu fe para ver si confiarás en Él mientras haya un retraso entre la siembra y la cosecha.


Mientras plantan y esperan, puedes confiar en que “Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten. Entonces siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra para compartir con otros”.


Recuerda estos dos principios: Primero, cosechas lo que siembras; segundo, siembras en una temporada, pero tienes que esperar y cosechar en otra. Aprende estos principios y aplícalos a tu vida, ¡y disfrutarás mucho al dar!


Reflexiona sobre esto:


¿Dónde estás sembrando generosamente? ¿En qué áreas siembras con moderación?

¿Qué te impide confiar en Dios cuando retrasa tu cosecha?

¿Qué puedes hacer mientras esperas la cosecha?

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Autor Rick Warren.

viernes, 17 de junio de 2022

TIENES UNA MENTALIDAD DE ESCASEZ O DE ABUNDANCIA?

 


“…has llenado mi copa a rebosar. La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida”. Salmo 23:5-6 (NVI)


¿Tu vida está rebosando? Si eres como la mayoría de las personas, puedes estar rebosado, pero no de cosas buenas. Muchas personas han excedido sus agendas, han gastado en exceso su dinero, han sobregirado su crédito, han sobrecargado sus emociones, han trabajado demasiado en sus cuerpos, han saturado sus días y han dado demasiada importancia a la aprobación de los demás. Como resultado, terminan estresados, ansiosos y abrumados, ¡se excedieron! Están lejos de experimentar la bondad de Dios.

¿Por qué nos dejamos sobrecargar demasiado? A menudo, el miedo a perdernos de cosas nos motiva a hacer más. Pero la verdad es que no te estás perdiendo de nada cuando descansas en la bondad y en la provisión de Dios.


Dios quiere moverte de estar abrumado a estar rebosando. Él quiere satisfacer todas tus necesidades, ¡y Él puede! Primero, necesitas reconocer dos enfoques diferentes y fundamentales de la vida, que te impiden o te llevan a la abundancia de Dios. Puedes abordar la vida con una mentalidad de escasez o con una mentalidad de abundancia.


Con una mentalidad de escasez, piensas constantemente: “No tengo suficiente tiempo; no tengo suficiente dinero; no tengo suficiente energía; no tengo suficientes contactos, oportunidades, conocimientos, educación o lo que sea”. Es la sensación de que siempre llegas tarde y te falta un peso. Una mentalidad de escasez se centra en tus recursos limitados y el resultado es una vida agobiante.

Una mentalidad de abundancia se enfoca en los recursos ilimitados de Dios, y el resultado es una vida rebosante.


¿Alguna vez te has preocupado de que la persona que respira a tu lado te esté robando el aire? Por supuesto que no. Tú sabes que Dios creó suficiente aire para que todos tengamos todo el aire que necesitamos.


Piensa en la provisión de Dios de esta manera: Dios no nos da un pastel. ¡Nos da una fábrica de pasteles! Nunca se acabarán. La Biblia incluye palabras como abundancia, desbordante, rebosar y sobreabundar, para describir lo que Dios tiene para ofrecerte. Dios tiene más que suficiente para satisfacer todas tus necesidades y las de todos los demás al mismo tiempo.


Jesús dijo: “El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante” Juan 10:10 (NTV).

No tienes que preocuparte por quedarte sin nada, porque Dios es la fuente de tu vida. Él puede abrir un grifo y cerrar otro. Puedes perder un trabajo, pero Él puede proporcionarte otro. Él quiere llenarte más allá de tu capacidad, con un suministro infinito de Su bondad, gozo, bendición, esperanza y paz.


Reflexiona sobre esto:


¿A qué perspectivas o emociones conduciría una mentalidad de escasez?

¿Cómo una mentalidad de abundancia produce paz en tu vida?

¿Por qué a menudo nos preocupamos por cuánto tienen los demás en lugar de centrarnos en la abundante provisión de Dios en nuestras propias vidas?

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Autor Rick Warren.

jueves, 16 de junio de 2022

CUANDO DIOS TE DELEGA, ÉL TE UNGE

  


“El que los llama es fiel, y así lo hará’’. 1 Tesalonicenses 5:24 (NVI)


Dios nunca te pide que hagas algo sin darte lo que necesitas para hacerlo. La unción es una señal de que Dios te está equipando para cumplir una tarea que te ha asignado. Cuando Él te delega una tarea o un plan o una estrategia, también te dará el poder.

Al igual que una lámpara no brilla a menos que esté conectada, tu luz no brilla a menos que estés conectado a una fuente de poder. No puedes cumplir el propósito para el que fuiste creado apartado del poder de la resurrección del Espíritu Santo. Jesús dijo: “separados de mí no pueden ustedes hacer nada” Juan 15:5 (NVI).


Si quieres que el poder de Dios obre a través de tu vida, necesitas entender lo que significa tener Su unción y tener algunas cosas en mente.

1. Cuando Dios dice que lo hagas, puedes contar con Su unción. La última asignación de Jesús a sus discípulos parecía imposible. No había forma de que pudieran llevar el Evangelio a los confines de la tierra. Solo podía suceder con Su poder. Dios a menudo te dará una tarea que parece físicamente imposible, pero Él lo hará posible. “El que los llama es fiel, y así lo hará” 1 Tesalonicenses 5:24 (NVI).

2. La unción de Dios facilita las tareas difíciles. Tus recursos son limitados. Tu energía es limitada. Tu conocimiento es limitado. Tu sabiduría es limitada. Tu talento es limitado. Dios no lo es. Con la unción de Dios, puedes manejar las cosas mejor, perdurar más y llegar más lejos. “Pido en oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, los fortalezca con poder en el ser interior por medio de su Espíritu” Efesios 3:16 (NTV).

3. La unción de Dios hace posible lo imposible. En tu negocio, matrimonio, salud y relaciones, enfrentarás problemas insuperables. Dios es un padre competente. Él puede manejar cualquier problema que le des. Nada está más allá de su capacidad o de sus recursos. “Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios” Lucas 18:27 (NVI).

4. Dios unge tu vida para bendecir a otros. Jesús vino a consolar a los afligidos, a los quebrantados de corazón, a los que están esclavizados por los malos hábitos, a los que no saben cómo salir de la deuda y a los ciegos. Y Él también te unge para consolar a los demás. “Y saben que Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder. Después Jesús anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que eran oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” Hechos 10:38 (NTV).

5. Para cada nuevo desafío, necesitas un nuevo poder de Dios. La unción por el Espíritu Santo no puede ser almacenada. No puedes manejar los problemas de hoy con la unción de ayer. Ciertamente no puedes manejar los problemas que tendrás mañana, la próxima semana y el próximo año con la unción de hoy. Mantente conectado con Dios para que Él pueda llenarte constantemente con su gracia, amor y poder. Pide la unción de Dios cada día. Santiago 4:2 dice: “ No tienen, porque no piden” (NVI).

Reflexiona sobre esto:


Si crees que Dios quiere bendecir tu vida, ¿qué le pedirías?

¿Tratas de cumplir tus tareas basado en tu propio poder o en el poder de Dios? ¿Qué diferencia hace esto?

¿De qué manera ves cómo Dios te ha ungido, es decir, te ha equipado para cumplir cualquier tarea que te ha asignado?

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Autor Rick Warren.

jueves, 9 de junio de 2022

¿TUS AMIGOS SON GUIADOS POR EL MUNDO O POR LA PALABRA?

 


“Camina con sabios y te harás sabio; júntate con necios y te meterás en dificultades”. Proverbios 13:20 (NTV)


Una de las cosas que hace que las personas pierdan el plan de Dios, es la presión de los compañeros. La mayoría de nosotros sabemos lo que es eso cuando fuimos niños o adolescentes, pero esa presión en realidad continúa en la edad adulta. Hay muchos malos consejos flotando por ahí, y muy a menudo nos sentimos presionados por seguirlos. 


Proverbios 13:20 dice, “Camina con sabios y te harás sabio; júntate con necios y te meterás en dificultades”.


No puedes volar con las águilas si estás corriendo con los pavos, así que elige a tus amigos con prudencia. Si te mantienes en compañía de amigos sabios, serás sabio.

Todos nos preocupamos por la contaminación del aire y la contaminación del agua. ¿Alguna vez te has preocupado por la contaminación mental? Si deseas seguir la dirección de Dios, asegúrate de que tu consejo sea de la fuente correcta.


La Biblia dice en 1 Juan 3:7, “¡que nadie los engañe! Todo el que obedece a Dios es tan justo como lo es Jesús” (TLA).


La diferencia entre un termómetro y un termostato es que un termómetro refleja la temperatura del ambiente y un termostato establece la temperatura del ambiente. Todos los días, te enfrentas a una decisión: ¿vas a ser un termostato o un termómetro?


Reflexiona sobre esto:


¿Quiénes son las personas que más influyen en ti?

¿Crees que Dios quiere que seas amigo de los incrédulos? ¿Por qué o por qué no?

¿Cómo puede una persona que es más tranquila o menos abierta que otras, ayudar a establecer la temperatura de su entorno?

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Autor Rick Warren.

lunes, 6 de junio de 2022

Tienes Que Pasar Por El Quebranto

 

“El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado”. Salmo 34:18 (NTV)


Cada cambio que experimentamos en la vida incluye una pérdida, porque renuncias a algo antiguo para obtener algo nuevo. Y no hay pérdida sin dolor, y no hay dolor sin quebranto.


El quebranto no es malo. Es la forma en que logramos las transiciones de la vida. Lo que es malo es el dolor sin procesar. Si no te afliges, te quedas estancado emocionalmente y pasarás el resto de tu vida reaccionando a algo que sucedió hace mucho tiempo. ¡Eso no es saludable!


A veces, la única respuesta apropiada y lógica a la vida, es el dolor: las pérdidas, las decepciones, el pecado y el sufrimiento en el mundo. Dios no espera que seas feliz todo el tiempo. De hecho, Dios quiere que seas intencional con tu dolor. El dolor es una elección. No todo lo que es útil y saludable te hace sentir bien. Tienes que permitirte hacer duelo por las pérdidas para que puedas recibir la bendición de Dios.


No hay dolor que puedas experimentar que Jesús no entienda. Él ha experimentado toda la soledad, toda la traición y todo el rechazo que posiblemente podamos experimentar. Y la buena noticia es que Él vino a sanar nuestros corazones.

Cuando estás triste, Dios te acerca a Él mismo. El Salmo 34:18 dice: “El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado” (NTV). Cuando estás afligido, puedes sentir que Dios está a un millón de millas de distancia. Pero lo que sientes y lo que es real no siempre son lo mismo. Dios no está a un millón de millas de distancia. De hecho, nunca ha estado más cerca: “restaura a los de corazón quebrantado y cubre con vendas sus heridas” Salmo 147:3 (NVI).


Deja que Dios restaure tu alma haciendo tres cosas:


Confía en el Buen Pastor para perdonar tus pecados. Romanos 3:23-24 dice: “pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó” (NVI).

Libera a tus ofensores, y enfócate en el futuro. Tu alma no puede ser restaurada hasta que dejes ir el resentimiento. “Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo” Efesios 4:31-32 (NVI).

Únete a Jesús para llevar tu carga. Cuando estás unido a Jesús, no tienes que soportar tu carga solo: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana” Mateo 11:28-30 (NVI).

Reflexiona sobre esto:


¿Hay alguna pérdida que no hayas podido hacer duelo? ¿Cómo te ha afectado física, emocional y espiritualmente?

¿Qué significa tener tu alma restaurada?

¿Por qué piensas que Dios está lejos cuando estamos en nuestro punto más bajo? ¿Qué crees que Él quiere que hagas cuando te sientas así?

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Autor Rick Warren.

sábado, 4 de junio de 2022

DIOS QUIERE SACAR LO MEJOR DE LO AMARGO EN TU VIDA

  


“Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito”. Romanos 8:28 (NVI)


Todos estamos incompletos. Todos somos imperfectos. A veces nos lastimamos intencionalmente o no. La vida no es justa. Las personas inocentes sufren. Todo el mundo ha experimentado un trato injusto o perjudicial de alguna manera.


¿Cómo respondes a esto? Si comienzas a pensar demasiado en esto, poniéndote ansioso, explotando y preocupándote, tu alma recibe el golpe. Los rencores por lo que otros te han hecho lastimarán tu alma, afectando tus pensamientos, emociones y decisiones. El resentimiento, la amargura, las represalias y la venganza te harán daño.


La Biblia en realidad dice que Dios va a hacer justicia. El juicio viene un día. Las personas que fueron maltratadas, mal juzgadas o tratadas injustamente recibirán justicia. Pero no es tu trabajo vengarte: “No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor” Romanos 12:19 (NVI).

Los rencores te ciegan ante todo lo bueno que Dios ha hecho en tu vida. Te vuelves ciego a la verdad. Te vuelves ciego a las necesidades de las personas que te rodean. Tu alma no será restaurada hasta que dejes ir el rencor. Eso es lo que Jesús quiere ayudarte a hacer. Dios quiere restaurar tu alma, sacando las cosas amargas de tu vida y convirtiéndolas en cosas mejores.


Romanos 8:28 dice, “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito” (NVI).


Por supuesto, sabemos que no todo lo que te sucede es bueno. Pero, ¿puede Dios tomar las cosas malas que las personas te hacen y usarlas para bien? Sí. ¿Puede Dios tomar tus pecados y tus errores y sacar el bien de ellos? Sí. ¿Puede Dios tomar tus propias debilidades y tu voluntad destruida y trabajar para bien? Sí. Cualquiera puede sacar lo bueno de lo bueno, pero Dios se especializa en sacar lo bueno de lo malo.


Dios convierte tus heridas en santidad. Él convierte tus heridas en sabiduría. Él usa las ofensas para eliminar tus decepciones.


Cuando crees que Dios puede sacar cosas buenas de las cosas malas, Él comenzará a reconstruir tu alma: tus pensamientos destruidos, tus emociones destruidas y tu voluntad destruida.


Reflexiona sobre esto:


¿Qué personas o situaciones te están incomodando, por algo que te han hecho o no hicieron por ti?

¿Cuál es el costo de seguir reflexionando sobre esa ofensa (o esas ofensas)?

Cuando oramos por los demás y nos alineamos con el corazón de Dios, es imposible guardar rencor. De la primera pregunta, escribe el nombre de cada persona y una bendición para cada una de ellas.

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Autor Rick Warren.

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