La mejor manera de conocer a su Padre celestial es cuando uno pasa tiempo a solas con él.
Dios nos habla por medio de la Biblia, y a su vez nosotros podemos hablar con Él a través de la oración. Al cultivar este diálogo nos vamos conociendo mejor.
"Jesús les respondió:
—Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás...Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida...Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos. Entrarán y saldrán libremente y encontrarán buenos pastos...Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto. Todo el que vive en mí y cree en mí jamás morirá. ¿Lo crees?...Los que aceptan mis mandamientos y los obedecen son los que me aman. Y, porque me aman a mí, mi Padre los amará a ellos. Y yo los amaré y me daré a conocer a cada uno de ellos...Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros. El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos" Juan 6.35,8:12,10:9,11:25-26,14:26,13:34-35.
Dios el Espíritu Santo es su maestro, y él usa la Biblia para enseñarle. Al leer, estudiar y aprender de memoria la Biblia-y orar- Jesucristo se hará cada vez más real en su vida y usted se sentirá realizado.
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"Vivir en Cristo", Billy Graham.
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