"Si alguno de ustedes ve que le falta sabiduría, que se la pida a Dios, pues da con agrado a todos sin hacerse rogar. Él se la dará. Pero hay que pedir con Fe, sin vacilar, porque el que vacila se parece a las olas del mar que están a merced del viento. Esa gente no puede esperar nada del Señor, son personas divididas y toda su existencia será inestable. " (Santiago 1.5-8)
A continuación podemos mencionar las causas más comunes por las cuales podemos sentir que vacilamos en nuestra Fe:
Cuando nuestra confianza en Dios está en conflicto con nuestro razonamiento humano, y permitimos que nuestros sentimientos dobleguen nuestra fe.
Cuando no vemos actuar a Dios en nuestras circunstancias de inmediato, y nuestra impaciencia hace que olvidemos que él siempre actúa a nuestro favor.
Cuando escuchamos malos consejos. La fe requiere que los consejos deban ajustarse a la Palabra de Dios, a su espíritu y guía.
Cuando nos enfocamos en las circunstancias y no en Dios: esto hace que la dificultad de la situación pueda hacernos perder las perspectivas de soluciones. En cambio si nos enfocamos en Dios y le solicitamos de corazón su guía para resolverla con toda seguridad hallaremos un camino para resolver en paz, sin angustia y temor.
Cuando desconocemos los caminos de Dios: si nuestro andar es por caminos de pecado: violencia, odio, vicios, adulterio, fornicación y cualquier tipo de depravación, maldad, egoísmo, envidia, celos, trampa, robo… ciertamente estaremos alejados de Dios y de nuestra fe en él.
Cuando nos sentimos culpables por pecados pasados: Si hemos confesado nuestros pecados a Dios y le manifestamos de corazón nuestro arrepentimiento, con toda seguridad nos perdonará. Dios no nos recrimina lo que ya nos ha perdonado. No hay ningún tipo de pecado que Dios no perdone.
Cuando escuchamos las mentiras de satanás: cuando decidimos tomar el camino fácil, la puerta ancha, para resolver nuestra situación sin importar si hacemos daño a los demás y a nosotros mismos.
Cómo Corregir cuando Titubeamos en la Fe.
Debemos comenzar por preguntarnos de dónde nos proviene la duda y retomar de inmediato nuestra confianza en las promesas de Dios:
¿ No prometió Dios suplir todas nuestras necesidades?
¿ No nos dio Dios la ayuda del Espíritu Santo?
¿ Hay algo demasiado difícil para Dios?
¿ Es esta una encrucijada que podría costarme toda una vida de lamento por mi incredulidad?
Nuestra Fe puesta a prueba:
Veamos que diferencia hay entre prueba y tentación:
La Prueba tiene el propósito de purificarnos y fortalecernos.
La Tentación tiene el propósito de incentivarnos a pecar para corrompernos y debilitarnos.
En Génesis 22.1-2 se puede leer la fuerte prueba de fe a la cual fue sometido Abraham con respecto a sacrificar a su propio hijo.
El hecho importante de esta prueba fue de que aún Abraham, sin entender que pretendía Dios con ella, solo le dijo haz esto, y no se dio excusas a si mismo para no hacerlo, solo pensó en obedecer a Dios por fe sabiendo que la fidelidad de Dios estaría con él siempre y que Dios le proveeria lo justo y necesario para vivir.
Así pues Obedezcamos a Dios y su fidelidad estará siempre con nosotros.
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Resumen del video YouTube: Cuando titubea nuestra Fe, del Dr Charles Stanley.
Resumen realizado por Osno Monto.
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