miércoles, 2 de mayo de 2018

Palabras Que Alimentan nuestra esperanza


 Como venezolano, profesional y hombre con una fe que no la quebranta una circunstancia política, como la que acontece, puesto que mi bienestar y mi paz no están condicionados a ningún factor externo. Quiero escribir para quienes se sienten tristes, angustiados o frustrados.
He aprendido que mi equilibrio no me lo quita nada ni nadie y que ante acontecimientos significativos, que pudieran resultar amenazantes, me detengo a mirarme a mí mismo y a reafirmar lo que soy: Soy un ser inteligente, con fe en Dios y en mí mismo, capaz de enfrentar toda adversidad.
He aprendido en toda crisis a fortalecer mi esperanza y a descubrir las oportunidades que hay ocultas en todo eso que llamamos pérdidas o fracasos. Es tiempo o momento para afianzar mi creencia de que mi plenitud no requiere que ocurran las cosas.
Las cosas ocurren y yo las asimilo. Acepto lo que pasa si no lo puedo modificar y desarrollo mi flexibilidad y adaptación para vivir feliz con la situación o a pesar de la situación.
En estos momentos yo acepto esta circunstancia y pongo la mirada en el futuro, en el que aparecerá una luz, una nueva oportunidad y no me desaliento, sino por el contrario, me inspiro en la fe en Dios y en mi fortaleza, la cual he construido con todas las crisis que he tenido, adversidades, fracasos y pérdidas y me decido a caminar con las fuerzas de mis convicciones, hacia un futuro cuyo desafío me hace más fuerte.
Los invito a reafirmarse como seres capaces de vencer todo obstáculo, a no perder el foco de lo que quieres, a renunciar al miedo y a caminar con fe de que en todo hay una oportunidad. Es el momento de crecer y de saber que no estamos solos, los venezolanos somos un bloque…que debemos mantenernos unidos y optimistas, porque los grandes retos, representan grandes desafíos y los grandes desafíos requieren de hombres grandes en fe y en esperanza, que no desfallezcan ante ningún obstáculo, por más grande que parezca.
Dios está con nosotros, con todos, sin color, sin prejuicios, sin discriminaciones de ningún tipo, y contra la justicia divina no hay fuerza humana que pueda, pero tener fe va por nuestra cuenta, súbele el volumen a tu fe y bendice este momento, descansa en los brazos de Dios y comienza tu ejercicio de proyectar optimismo en medio de tanto pesimismo, porque eso te eleva a un nivel en el que puedes estar feliz, más allá de las circunstancias.

Carlos Fraga.


Este tipo de reflexion es de mucha utilidad para cualquier persona con situaciones problematicas que necesita serenidad para lograr una solucion satisfactoria. Gracias Carlos por tan alentadoras palabras!

Osno Monto

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