Hoy lloramos la muerte de un querido amigo, 'Sentido Común', que ha estado entre nosotros durante muchos años.
Nadie sabe a ciencia cierta cuántos años tenía, puesto que los datos
sobre su nacimiento hace mucho que se han perdido en los vericuetos de la
burocracia.
Será recordado por haber sabido cultivar lecciones tan valiosas como que
hay que trabajar para poder tener un techo propio sobre la cabeza; que se
necesita leer todos los días un poco; saber por qué los pájaros que madrugan
consiguen lombrices, y también por reconocer la validez de frases tales como
'la vida no siempre es justa' y 'tal vez haya sido yo el culpable'.
Sentido Común vivió bajo simples y eficaces consignas (no gastes más de
lo que ganas), y estrategias parentales confiables (los adultos están a cargo,
no los niños)
Su salud comenzó a deteriorarse
rápidamente cuando se aplicaron reglas bien intencionadas pero
ineficaces: informes de adolescentes que debieron irse a otro colegio
por haber denunciado a un compañero distribuidor de droga, y una maestra
despedida por reprender a un alumno indisciplinado, sólo hicieron que empeorara
su condición.
Sentido Común perdió terreno cuando los padres atacaron a los maestros,
sólo por hacer el trabajo en el que ellos fracasaron: disciplinar a sus
ingobernables hijos.
Declinó aún más cuando las escuelas debieron requerir un permiso de los padres para administrar una
aspirina, poner protector solar, o colocar una tirita o curita a un alumno.
Aunque eso sí, no podían informar
a los padres si una alumna estaba embarazada.
Sentido Común perdió el deseo de vivir cuando los Diez Mandamientos se
convirtieron en material risible, algunas iglesias en negocios, y los
criminales empezaron a recibir mejor trato que sus víctimas.
Para Sentido Común fue un duro golpe que uno ya no pueda defenderse de
un ladrón en su propia casa, pero que el ladrón pueda demandarnos por agresión;
y que si un policía mata a un ladrón, incluso si éste estaba armado, sea
inmediatamente investigado por exceso de defensa, cuando no acusado de gatillo
fácil.
Y así, muchísimos casos más de nuestra vida terrenal.
La muerte de Sentido Común fue
precedida por la de sus padres, Verdad y
Confianza; la de su esposa, Discreción; la de su hija, Responsabilidad, y la de
su hijo, Raciocinio.
Le sobreviven sus tres hermanastros: 'Conozco Mis Derechos', 'Otro Tiene
la Culpa', y 'Soy Una Víctima de la Sociedad'.
No hubo mucha gente en su funeral porque muy pocos se enteraron de que
se había ido.
Si aún lo recuerdas, honrralo reenviando este mensaje a toda la buena
gente que lo conoció y valoró.
En caso contrario, únete a
la mayoría y no hagas nada...
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Autor Desconocido...mensaje compartido por Whatsapp
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